Hay veces que las horas pasan lentamente, mientras la noche arropa nuestra plática, y las circunstancias nos arrojan suavemente al despertar de la Conciencia.
Dulces sonetos que trinan entre las hojas en el viento, con el cálido suspiro de la inspiración a flor de piel.
Días cálidos que enternecen los suspiros y mantienen una imagen en el tiempo.
Dulce otoño.... no termines.
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