viernes, 20 de noviembre de 2015

Ana

Desperté pensando que no había pasado el tiempo; en el ínfimo momento en que dejabas tus memorias al viento, desperté con la idea de que seguías sonriendo, al contar una historia, entonar un soneto o solo observar el tiempo.

Desperté consternado, y eufórico; busqué el recuerdo que me hiciste hace más de diez años, pero la memoria de un viejo arranque de frustración, trajo a mis manos la ausencia de tu escritura; ya se ha ido el momento, ya no retumba el sonido de un latido al pensarte, ya hace once años que revuelves mi tiempo, que te escondes furtiva, que te apareces incauta, que te esfumas en el viento.

A veces te vislumbro, te pienso, te extraño, sin saber que decir, pensar o murmurar, ha pasado el tiempo, ha pasado el momento, y me derrota la idea de haberlo dejado todo en el punto muerto, a veces te extraño sin hacerlo, sin desearlo, sin pensarlo, solo sucede, como la inspiración de la tarde o los hilos de la vida que regresan a su origen.

Te pienso sin quererlo, tal vez sea solo un ciclo, o un pensamiento vicioso de mi retorcida mente, sin decir nada me aíslo y te escucho, lo que nunca dijiste, lo que nunca pregunté,lo que siempre quisimos saber.

Y así, en la ambigüedad de mis sentimientos, pensamientos e ilusiones, te dejo nuevamente un escrito, para recordarle al tiempo, que fue nuestro sin tenerlo, que se detuvo eternamente, tal vez en una carta, en un soneto o en una pequeña caja musical.

Espero verte algún día....

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